Por fin dejó de llover!!! A pesar de que la lluvia me produce un placer casi malsano, la verdad que tras de dos meses de lluvia prácticamente ininterrumpida ya estaba a punto de morir de tristeza.
Ya en las últimas semanas pensaba con nostalgia en Macondo, y en sus calles convertidas en ríos de lodo, las puertas desquiciadas y las camas subidas sobre tabiques. Tuve los ríos y las puertas, me faltaron los tabiques aunque no soy tan bárbara como para haberlos deseado.
El intenso verde del limo de los pisos y las paredes me estaba empezando a crear ciertos problemas, ya que soy una persona cuyo equilibrio (mental y corporal) es precario. Cada mañana salía con todas las precauciones posibles para no resbalarme, ya había memorizado dos o tres puntos peligrosos cuando de pronto un pie decide que ese punto también debería ser señalado como peligroso. Creo que lo que sea que vivía junto con el limo estaba evolucionando y tomando forma, no más esperando la ocasión para unirse con otros más y quien sabe, a lo mejor dominar el mundo.
Pero ayer sorpresivamente salió el sol, se secó la tierra y no se si la pequeña araña otra vez subió pero supongo que si. Tanto tiempo sin ver el cielo azul con unas cuantas nubes desperdigadas por ahí y para redondear se sentía una brisa fresca con olor a lluvia (que ironía). Era como una escena de película Merchant-Ivory pero real y yo estaba enmedio.
Y por fortuna, esto impidió que las criaturas tomaran el control
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