martes, 21 de octubre de 2008

Cocinar y tejer

Pues bien, supuestamente estoy de vacaciones. Buno no supuestamente, afirmo categoricamente que estoy de vacaciones, de otra manera no hubiera hecho lo que hice toda la tarde: cocinar y tejer.

Y no lo digo por cocinar, digo eso lo hago por regla general todo los dáis, lo que no hago todos los días es tarta de manzana que por cierto me salió muy rica y mucho menos me dedico a tejer y hasta usar dedal!!!!

Todo porque decidí hacer uso de mis conocimientos inútiles ahora no tan inútiles. No entiendo como estuvo el tema de mi educación que incluyó bordado, tejido y política exterior, aunque ciertamente en vacaciones no me siento con ánimo de analizarlo.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Farolito que alumbras apenas???

Hasta donde se, Don Thomas Alva Edison le tenía miedo a la oscuridad. No es un caso raro, es uno de los miedos más comunes de la humanidad creo yo. Claro que Don Thomas hizo algo para solucionarlo: Inventó la bombilla eléctrica.

Claro que esto le cambió la vida (y la fortuna), no solo a él sino a millones de gentes alrededor del mundo. Por supuesto el nunca supuso que su invento iba a provocarme serios conflictos existenciales.

Mi vida era normal. Vivía rodeada de la naturaleza, casi sin vecinos y sin ruido. Con el paso de los años empezaron a llegar los vecinos y con ellos los autos, los niños, las mascotas, el pavimento. Todo lo "bonito" que trae la gente cuando se acomoda en algún lado.

Por las mañanas empecé a escuchar la campana del camión de la basura, pero como no pasa enfrente no hay problema. Empezó a pasara el repartidor de agua pero era soportable, el del gas y su mugido también, los que venden frutas, elotes, tamales. Todo bien, soportable.

Y un buen día lo impensable se hizo realidad. Llego el alumbrado público. Uy claro, casi que hubo fiesta vecinal. Por fin ibamos a ver por donde caminábamos, donde se escodían los adolescentes a besuquearse y donde estaban las mascotas perdidas. La felicidad venía en unos cuantas lámparas en la calle.

Infortunadamente el día de su "inauguración" me di cuenta de algo horrible: me habían puesto un farol frente a la ventana. El primer incidente (y creo que único) quehemos tenido esa lámpara y yo ha marcado nuestra relación. El día de su estreno al llegar a casa pensé que el ladrón estaba en mi recámara por la cantidad de luz que salía por debajo de la puerta, entre el susto que me llevé y la luz que entraba a la recámara no pude dormir en toda la noche.

Y así hemos estado por 4 largos años y debo decir que la lámpara va ganando. Todas las noches me da la luz en la cara sin ninguna compasión. Haga calor o frío, llueve, truene o relampagueé se enciende en punto de las 6 de la tarde. Hasta las ovejas que cuento para intentar dormir han huido a praderas más oscuras.

El caso es hoy llegué a casa como de costumbre, entré sin encender la luz, alimenté a los perros y al bajar por las escaleras algo extraño, no sale luz por debajo de la puerta.

No se ni me importa si es una falla técnica, si le cayó un rayo al transformador, si alguien se llevó el farol de corbata. Lo único que se es que está oscuro. El farol ha muerto!!!

Será que mañana me tocará escribir, viva el farol??? Ah y una última cosa, Don Thomas, lo veo en la otra vida

martes, 14 de octubre de 2008

No se donde estoy, no veo nada y todo esta tan oscuro. Hay mucho espacio, demasiado espacio y el silencio es enorme y amenazador.

No se donde estoy o como llegué aquí, hace frío, hay algo cerca pero no puedo tocarlo. Solo lo siento. Quizás no estoy sola, quizás hay alguien más. Llamo, pregunto, grito y nadie me responde.

Tengo miedo, la oscuridad me envuelve y ellos comienzan a llegar. Oigo sus voces, por favor no salgan, oigo sus pasos, por favor no lleguen, escucho la respiración entrecortada de los que han caminado mucho.

Ya están aquí de nuevo, no los quiero oir, me dicen tantas cosas. No pueden ser reales y sin embargo los veo acercarse. Quiero volver a estar sola, pero han ddecidido acompañarme.

No, no quiero. Váyanse lejos, donde no vea sus sonrisas llenas de malos pensamientos, sus caras pálidas y sus rostros desencajados. No quiero seguir escuchando sus susurros en mi oido.

Tengo frío, no quiero las respuestas que me dan, no puedo. Fuera, váyanse, quiero la oscuridad, el silencio, la zozobra.

Abro los ojos, es un día hermoso de viento fresco y sol radiante. Es un lindo día para morir.

lunes, 6 de octubre de 2008

Yo, adicta

Lo hago todos los días. Simplemente no lo puedo resistir, aun cuando no estoy realmente despierta lo hago de manera automática.

Si, me confieso adicta a las noticias. En la mañana no podría despertar si no prendiera la radio y escuchara todas las malas noticias de la noche. Aunque todavía no soy lo suficientemente capaz de verlas por televisión, no puedo evitar sentir la necesidad de escucharlas y martirizarme toda la mañana con ellas.

Claro, se podría pensar que eso es normal. Lo que no es normal es darle seguimiento a todo lo que se escuchó por la mañana y para acabar de amolar el asunto, de una vez cosechar nuevas cosas que me mantendrán inquieta toda la tarde. Por supuesto la lectura del periódico es importantísima para mantenerme al corriente de todo. Para colmo de males, cuando manejo de vuelta a casa y desde que no tengo FM, escucho el noticiero de la tarde que es el que me pone peor.

Gracias a este bonito hábito he desarrollado insomnio y estoy a punto de unirme a una secta del fin del mundo, porque a lo que me he enterado la humanidad se acaba de un momento a otro.

Así que hoy me decidí, dejaré ese feo hábito. Dejaré de escuchar, ver o leer noticias. Me uniré a todos esos seres que no saben ni les interesa que pasa en el mundo. Y no porque no me interese en la humanidad, pero creo que mi humanidad es más importante. Espero con el paso de los días y los medicamentos vovler a dormir y quien sabe, a lo mejor hasta a soñar.

Por lo pronto veré una novela, a ver si de una vez por todas olvido todo lo que escuché, leí y vi hoy... y ayer...y la semana pasada y con algo de suerte, lo del año.