Hasta donde se, Don Thomas Alva Edison le tenía miedo a la oscuridad. No es un caso raro, es uno de los miedos más comunes de la humanidad creo yo. Claro que Don Thomas hizo algo para solucionarlo: Inventó la bombilla eléctrica.
Claro que esto le cambió la vida (y la fortuna), no solo a él sino a millones de gentes alrededor del mundo. Por supuesto el nunca supuso que su invento iba a provocarme serios conflictos existenciales.
Mi vida era normal. Vivía rodeada de la naturaleza, casi sin vecinos y sin ruido. Con el paso de los años empezaron a llegar los vecinos y con ellos los autos, los niños, las mascotas, el pavimento. Todo lo "bonito" que trae la gente cuando se acomoda en algún lado.
Por las mañanas empecé a escuchar la campana del camión de la basura, pero como no pasa enfrente no hay problema. Empezó a pasara el repartidor de agua pero era soportable, el del gas y su mugido también, los que venden frutas, elotes, tamales. Todo bien, soportable.
Y un buen día lo impensable se hizo realidad. Llego el alumbrado público. Uy claro, casi que hubo fiesta vecinal. Por fin ibamos a ver por donde caminábamos, donde se escodían los adolescentes a besuquearse y donde estaban las mascotas perdidas. La felicidad venía en unos cuantas lámparas en la calle.
Infortunadamente el día de su "inauguración" me di cuenta de algo horrible: me habían puesto un farol frente a la ventana. El primer incidente (y creo que único) quehemos tenido esa lámpara y yo ha marcado nuestra relación. El día de su estreno al llegar a casa pensé que el ladrón estaba en mi recámara por la cantidad de luz que salía por debajo de la puerta, entre el susto que me llevé y la luz que entraba a la recámara no pude dormir en toda la noche.
Y así hemos estado por 4 largos años y debo decir que la lámpara va ganando. Todas las noches me da la luz en la cara sin ninguna compasión. Haga calor o frío, llueve, truene o relampagueé se enciende en punto de las 6 de la tarde. Hasta las ovejas que cuento para intentar dormir han huido a praderas más oscuras.
El caso es hoy llegué a casa como de costumbre, entré sin encender la luz, alimenté a los perros y al bajar por las escaleras algo extraño, no sale luz por debajo de la puerta.
No se ni me importa si es una falla técnica, si le cayó un rayo al transformador, si alguien se llevó el farol de corbata. Lo único que se es que está oscuro. El farol ha muerto!!!
Será que mañana me tocará escribir, viva el farol??? Ah y una última cosa, Don Thomas, lo veo en la otra vida
Claro que esto le cambió la vida (y la fortuna), no solo a él sino a millones de gentes alrededor del mundo. Por supuesto el nunca supuso que su invento iba a provocarme serios conflictos existenciales.
Mi vida era normal. Vivía rodeada de la naturaleza, casi sin vecinos y sin ruido. Con el paso de los años empezaron a llegar los vecinos y con ellos los autos, los niños, las mascotas, el pavimento. Todo lo "bonito" que trae la gente cuando se acomoda en algún lado.
Por las mañanas empecé a escuchar la campana del camión de la basura, pero como no pasa enfrente no hay problema. Empezó a pasara el repartidor de agua pero era soportable, el del gas y su mugido también, los que venden frutas, elotes, tamales. Todo bien, soportable.
Y un buen día lo impensable se hizo realidad. Llego el alumbrado público. Uy claro, casi que hubo fiesta vecinal. Por fin ibamos a ver por donde caminábamos, donde se escodían los adolescentes a besuquearse y donde estaban las mascotas perdidas. La felicidad venía en unos cuantas lámparas en la calle.
Infortunadamente el día de su "inauguración" me di cuenta de algo horrible: me habían puesto un farol frente a la ventana. El primer incidente (y creo que único) quehemos tenido esa lámpara y yo ha marcado nuestra relación. El día de su estreno al llegar a casa pensé que el ladrón estaba en mi recámara por la cantidad de luz que salía por debajo de la puerta, entre el susto que me llevé y la luz que entraba a la recámara no pude dormir en toda la noche.
Y así hemos estado por 4 largos años y debo decir que la lámpara va ganando. Todas las noches me da la luz en la cara sin ninguna compasión. Haga calor o frío, llueve, truene o relampagueé se enciende en punto de las 6 de la tarde. Hasta las ovejas que cuento para intentar dormir han huido a praderas más oscuras.
El caso es hoy llegué a casa como de costumbre, entré sin encender la luz, alimenté a los perros y al bajar por las escaleras algo extraño, no sale luz por debajo de la puerta.
No se ni me importa si es una falla técnica, si le cayó un rayo al transformador, si alguien se llevó el farol de corbata. Lo único que se es que está oscuro. El farol ha muerto!!!
Será que mañana me tocará escribir, viva el farol??? Ah y una última cosa, Don Thomas, lo veo en la otra vida
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