jueves, 18 de junio de 2009

Eso y más

El caos en determinadas dosis es bueno para la salud mental de todos. Para los locos porque los hace ver que no están tan locos, para los sanos porque les aporta esa cierta locura que de pronto hace falta en sus vidas. Lo admito, el caos es bueno... hasta cierto punto.

Por mi trabajo he perdido la costumbre de pasear por el centro y reencontrarme con los lugares que me gustan y hasta el día de ayer conservaba cierta poesía para con mi ciudad. Me gustaba pensar que caminaba por sus verdes calles sin más preocupación que olvidar mi paraguas en una tarde de lluvia o tomar la acera sombreada porque por la sombra no se cobra.

Aun así yo sabía que en la ciudad reinaba cierto desorden y caos, pero como no lo habíavivido tan de cerca preferí ignorar esta noción. Horror!! Ayer me dió de frente con toda su furia y me dejó cual muñeco de peluche arrastrado por un cachorro.

Salí temprano de la oficna para entregar cierto mateial en el centro de la ciudad. Conduje alegremente hacía mi primer destino y llegué sin pena ni gloria y sin novedad. Un viaje rápido y tranquilo. De ahí me fui a mi segundo punto de destino, todo muy rápido, muy ágil. Y por fin, terminé el trabajo. Y obviamente me dirigí a mi casa.

Horror!!!! CAlles bloqueadas, calles en reparación, gente cerrando el paso, en resumidas cuentas el hermano pequeño del fin del mundo. Al principio iba con relativa calma hasta que me encontré el primer desvio. Calma!! Pensé yo, ahorita doy vuelta allá y luego dobló acá y salgo a acuya y listo. Ajá. Allá estaba a buen ritmo, pero acá estaba cerrado y acuya estaba a vuelta de rueda o sea... Ahí fue cuando empecé a pensar: Maldita sea mi suerte, yo que quería llegar temprano, pero que barbaridad, que horror, y la gente esta en doble fila quien se creen que son o que.

Puse mi música, intenté con un calvo por ahí pero no resultó, así opté por opciones más dulces. Logro avanzar un par de cuadras por acuyá y Me lleva el demonio, que hace ese estúpido atravesado!! Desgraciado, degenerado, le va a caer mi maldición de los granos en la cola!!! Y clásico una santa señora adelante que con un auto compacto lograba ocupar dos carriles y no dejaba pasar a nadie. Luego el urbano metiéndose en la vía con toda la impunidad que le da el monstruo que conduce.

Para ese momento yo ya estaba al borde de la histeria. Llevaba tres cuartos de hora tratando de recorrer un camino que en circunstancias normales se hace en quince. Finalmente logré llegar al inicio del norte de la ciudad. Yo pensé, por fin voy a avanzar y llegaré a casa en diez minutos. jajajajaja Ahí es cuando el destino se rió de mi a carcajadas y sin pudor. Cientos de autos avanzando a vuelta de rueda solo proque a un par de sujetos se les ocurrió estacionarse enmedio de la vía, así tal cual.

Y entonces lo supe, en mi otra vida había sido carretonero. Me salió en fluido esapñol (mexicano, venezolano y argentino en ese orden) toda clase de insultos e improperios y como no me fueron suficientes, usé mi repertorio en inglés, francés y hasta japonés (en japonés solo me se uno y leve). Les pido perdón a todos los que hoy amanecieron con granos en la cola y recordando a su madre.

jueves, 14 de mayo de 2009

Las cigarras

Su madrina decía que las cigarras cantaban pidiéndole lluvia al cielo. Mariana lo recuerda mirando por las ventanas el seco terreno del jardín y escuchando a las cigarras suplicantes. Se siente un poco como las cigarras, solo que ella en silencio; pide al cielo, pide al destino, pide al que quiera escuchar sus súplicas silenciosas.

Nunca fue buena para pedir nada, siempre se conformó con lo que le quisieran dar. En parte su padre siempre la despreció por eso, aunque él había fomentado siempre esta costumbre en ella para tenerla controlada. Obviamente ella nunca lo notó hasta que fue demasiado tarde y se sentía incapaz de revertirlo precisamente por la idea tan arraigada que tenía de su propia inutilidad. Mariana era profundamente cobarde y como todos los miedos, se le notaba hasta en la forma de hablar.

Mariana perdió el amor por esa cobardía. Incluso con su incapacidad de demostrar querer a nadie fuera de su círculo familiar (cosa que a veces también dudaba), sabía que Samuel no soportaría por más tiempo su bien ensayada indiferencia. El no sabía de los miedos fundados en la costumbre, el solo sabía de realidades y verdades palpables entre las cuales había crecido y se había hecho hombre.
Al final Mariana fue incapaz de encontrar palabras para que se quedara. Todas se le quedaron dentro y la ahogaron durante meses que pasaron sin dejar huella en su memoria mientras se perdía en deliríos de locura e infelicidad. Samuel solo esperaba la palabra Quédate, para perderse en sus brazos para siempre, esperó en vano y se marchó maldiciendo la feliz hora en que conoció a Mariana.



martes, 5 de mayo de 2009

Creer

  Mariana conoció a Samuel un día cualquiera de mayo.   Lo vio sentado en una escalera, bajo una luz azul y pensó que era un tipo interesante.  No es que Samuel tuviera algo en particular que lo hiciera diferente al resto de la humanidad, es solo que Mariana se sintió cómoda en su presencia aun cuando ni siquiera supiera quien era.

    No creía en las coincidencias y siguió sin creer cuando tres días después le presentaron a Samuel en una fiesta.   Era el amigo del amigo del hermano de Dios sabe quien, el chiste es que estaba ahí frente a ella y como sucede con todos los encuentros raros de esta vida se ignoraron.  El estaba demasiado ocupado resolviendo el mundo y ella trataba de ol   vidar el pasado que debía ser olvidado.

     Muchos meses después se volvieron a encontrar y con el desparpajo de su buena memoria y la insensatez que da la felicidad Mariana le dijo a Samuel que había soñado con él.  Samuel no la recordaba pero escuchó entre divertido y asombrado los delirios extrañamente proféticos de esa mujer.   Samuel encontró en esos sueños la paz que necesitaba y no pasó un día más sin desear verla.

     Mariana no entendía la poesía que encontraba Samuel en sus sueños imperfectos pero lo envolvía día tras día en la rara suavidad de sus palabras sin promesas con tal de ver su sonrisa de niño eterno, perderse en ella y hacer como que el tiempo no existiera.

       Y aun dentro de esta eternidad no creía en la existencia del amor.

jueves, 30 de abril de 2009

El comienzo

    El recuerdo más lejano que tenía MAriana era estar asomada por la ventana viendo jugar a sus hermanos.

     Ella no podía evitar mirar por la ventana con cierta envidia.  Sus padres, alegando que su salud era precaria, le impidieron desde temprana edad unirse a los juegos que practicaban sus hermanos a la sombra del par de framboyanes del jardín.   

    En ese entonces no estaba muy segura sobre el significado de precario pero estaba casi segura que tenía un significado muy parecido a debilidad, cosa que ella no sentía.  No podía negar que su cuerpo era débil; el continuo encierro la había hecho de constitución frágil y se cansaba con facilidad, aun en caminatas cortas.

      Sus padres solían hablar sobre ella sin molestarse en notar su presencia.  Para ellos no era necesario tomarse la molestia de saber que sentía o que opinaba sobre nada, ella solo era la hija postrera que nació sin ser esperada seis años después de su último hijo.  Para sus hermanos era como una muñeca viva a la que podían molestar cuando estaban aburridos y con la que no podían contar cuando se sentían intrépidos.   Mariana no tenía lugar dentro de su familia.

     Por lo menos le daban el beneficios de no dudar de su inteligencia que en general no era obvia para la gente fuera de ese cerrado círculo en el que vivía.  Sus tías la creían poco menos que retrasada mental, por eso ella trataba de ignorarlas siemrpe que estaban de visita y se refugiaba en viejos libros y revistas que su mamá coleccionaba.  Sus primos no la veían más que como un bicho raro y no le hacían el menor caso.  

     Mariana asistió al jardín de niños durante un tiempo, pero su salud jugó en su contra  y sus compañeros se burlaban constantemente de ella por no ser una niña que corriera y jugara como los demás.  Finalmente desistió cuando se dió cuenta que no tenía ni un solo amigo y que los niños solo la buscaban para hacerla enojar.  Esto la hizo mucho más retraida de lo normal y aunque nunca fue de muchas palabras, ahora pasaba muchos momentos callada, solo observando lo que pasaba a su alrededor pero sin intervenir en nada.

    Lo que realmente agradeció en ese entonces fue la paciente constancia con que su madrina le impuso la disciplina de leer.   Su madrina Guille intuía que Mariana necesitaba un reto que la distrajera del aburrimiento y de la sensación de constante abandono en el que vivía.   Una de sus mayores alegría fue leer la palabra helicóptero escrita en una pared.

      Mariana no estaría sola nunca más 

      

viernes, 24 de abril de 2009

La espera

Levanté los ojos para ver la jacaranda florecida.  No hay nada, se fueron junto con la última esperanza de estar viva.  Me carcomía la incertidumbre y ahora estoy segura.  No se cuanto tiempo ha pasado, si son días, si son meses, simplemente morí, no se si sin ruido o blandamente como las mismas flores o el universo entero se cimbró al enterarse del suceso.

Sin embargo sigo aquí, vagando por las calles familiares, viviendo en la misma casa, comiendo y bebiendo como si siguiera aquí pero no estoy.  Hoy lo entendí, me fui hace tiempo sin saber como.   Sigo esperando la sin razón de mi vida que es ahora la sin razón de mi muerte.  Sigo esperando que venga llamándome a gritos y sin pausas.  

    Pienso si la muerte debe ser así, llegar a esos caminos conocidos sin estar ahí.  Si es correcto seguir deseando estar, detenido en el camino, sin seguir, sin buscar.   Detenerse en un tiempo sin tiempo, sin respuestas, ni arrebatos.  Pienso si quiero seguir así mientras llegan las respuestas que espero, las únicas.

   Estoy muerta lo se, pero quiero esperar, aunque en esta espera haya menos certeza que en la muerte misma.
     


martes, 14 de abril de 2009

La conspiración

No odio el horario de verano, lo cual no implica que me encante. Simplemente es un horario al que mi cuerpo no se puede acostumbrar además de que estoy convencida de que es una conspiración extraterrestre para robarme horas de mi vida.

Por ejemplo hoy, yo llegué al mercado a las nueve de la mañana, alegremente compré mis verduras, mi carne, unas tostaditas y para redondear (la mia cintura claro) unos tamales para el desayuno. De ahí me fui alegremente al super donde di algunas vueltas (no demasiadas) y fianlmente decidí irme. Cual no sería mi sorpresa al darme cuenta que eran las once y media de la mañana!!!!

No lo podía creer, en donde quedaron esas tres horas?? En el super, en el mercado, dónde, donde si se puede saber??? No lo se, simplemente se fueron como si nada. Por supuesto eso me causa stress y ahí voy casi que volando al trabajo, donde de pronto me doy cuenta que ya son las dos de la tarde. Qué??? De nuevo se me perdieron las horas así como si nada. me sentí como en un capítulo de la dimensión desconocida.

No se si es porque mi cerebro no puede terminar de asimilar esa hora extra que me impuso el imperialismo (aunque una hora imperialista es mejor que media hora socialista extra) que tengo la teoría que mi cerebro se apago por ratos para olvidar ese detalle. Claro que no ha entendido que solo es una hora y se apaga tres horas. Espero que en esos lapsos de autonomía no se le de por hacer cosas que están más allá de mi locura normal como engancharse un guarro o comprar un libro de Paulo Coehlo, eso si no lo podría soportar mi estado conciente.

En fin, justo ahora acabo de sufrir otro episodio de esos, ya las once!! Y apenas vi que eran las ocho, no puede ser!!! Si yo me iba a dormir a las diez, que coraje!!! Me voy a dormir, aunque creo que también las horas se pierden mientras duermo, lam ñana llega tan rápido...

sábado, 14 de marzo de 2009

Tiene Buenos Aires que se yo

No se si uno o varios jardines prohibidos, pero tiene muchísimas cosas que ver Incluso cuando pienso que es una ciudad sin personalidad e impersonal, no se puede negar la belleza de sus calles, jardines y plazas. 

Si no fuera por el clima con complejos tropicales, la gente hablando un español incomprensible y sus calles de geometría inglesa, me figuraría caminando por alguna calle de París sin nada mejor que hacer que vivir y dejar vivir a los demás. Claro que eso no fue lo que hice en París cuando estuve ahí pero bueno, esa es otra historia

Buenos aires es uno de esos lugares raros a los que hay que ir una vez en la vida. No solo es que el agua del WC se vaya para el otro lado o porque se te pierda el norte de pronto, es ver a gente que vive de una manera y piensa de otra, o ver correr a los trenes llevando a la gente al trabajo y escuchar al tipo del arpa o al del violín tratando de ganarle al ruido incesante que hacen al correr sobre los rieles. Es caminar por sus parques inmensos con sendas de grava y sus arboles tumultuosos que se rumoran secretos de los años vividos.

Nada parece normal aquí, ni siquiera los ruidos conocidos porque suenan distinto. El pasar de los autos, los buses, el sonido de la escoba en la habitación de al lado amenazando con llegar aquí, las conversaciones de los vecinos, el río de aguas oscuras. Será porque en el orden de mis olvidados conocimientos estoy viendo de cabeza al mundo que todo me parece diferente y raro y hasta un poco estúpido en esta ciudad sin personalidad.



martes, 3 de marzo de 2009

Fidias

Desde hace varios años, cuando llego del trabajo, Fidias y Tita me esperan junto a la puerta de la terraza para contarme su día y recordarme que la vida seguía su curso sin más novedades que la de vivir.

Hace días que Fidias ha estado ausente de las diarias bienvenidas y para mi ha sido la hora de recordar que ha vivido muchos años y muchos días, que el tiempo ha pasado y que quizás ha llegado su momento.

Hoy me despedí de él, aun cuando tengo la esperanza de verlo por un par de años más. Lo hice porque a veces las esperanzas no son más que sueños vanos y porque no se si mañana estará ahí para decirle que aunque lo voy a extrañar deseo que le vaya bien en su viaje próximo, que me perdone los olvidos y las tristezas y que recordaré con gusto su compañía constante y siempre fiel.

Recuerdo que cuando era cachorro y lo llevaron a la casa junto con sus hermanos yo tenía que escoger un par y estaba decidida a quedarme con Nana (su hermana que se fue antes de tiempo) y su hermano porque eran del mismo color. Pero creo que sabía que lo iba a necesitar, fue a mi estudio y se hizo del baño ahí dentro, y fue cuando dije este se queda.

Fue destructor como todo cachorro, pero muy cariñoso y quiero creer que muy querido a pesar de sus constantes ataques en contra del bote de basura, los zapatos y la ropa.

Ha sido y es un buen compañero, a veces cuando dormíamos en las hamacas iba a poner su hocico en nuestro regazo y nos lamía la mano, mientras velaba nuestros sueños en las cálidas tardes de verano.

Lástima que Bruno no lo conoció cuando era ágil y fuerte y todavía podía cazar tlacuaches junto con Naná y los traían a la casa. Bueno que no era lo único, también traían ratas, pájaros y demás bicharajos. Lo bueno es que Bruno lo conoció sereno, cariñoso y amable, ideal para un niño pequeño como él. Me apena que después no lo recordará y le contaremos historias sobre el perro que le lamía la cara y al que le daba de comer con la mano.

Fidiecito no te detengas más de lo necesario si ya te tienes que ir, ve con tu padre, tu madre, tus hermanos que se fueron antes que tu. Espero que hayas tenido una buena vida y sabes que cariño siempre tuviste mucho.

Ya lo extraño y eso que aun no se va. Voy a extrañar el sonido de sus pasos en la terraza y su extraño juego de salir por una puerta y entrar por otra. Lo voy a extrañar todito.

jueves, 29 de enero de 2009

Lily Ledy

Navegaba alegremente por la red cuando me vino a la memoria un nombre: Lily Ledy. Lily Ledy era una de las marcas más conocidas de juguetes en México. De su infinita variedad de juguetes el único que recuerdo haber poseido es la muñeca Adiosito, que caminaba y decía adiosito mientras movía la mano. De hecho sus juguetes más populares para niñas eran las muñecas que hacían todo tipo de gracias. Lloraban (oh tiempos de inocencia) , hablaban (idem), iban al baño (que belleza) les salía espuma por la cabeza (por lo menos se bañaban), etc. Para niños había autopistas, coches, figuras de acción (tenían todas, pero todas las de la guerra de las galaxias), etc

Pero de entre todos los juguetes que tenía recuerdo en particular la casa del árbol. Básicamente era un arbolito como de unos 40 centímetros de altura y que se podía abrir. La famosa casita tenía elevador, recamara, cocina, cochera en el tronco y claro, sus habitantes. Mi vecina Alejandra la del 7 (porque había una Alejandra la del 8) al parecer lo tenía todo: rubia, delgada, de ojos claros y con casita del árbol!!! Por supuesto era la envídia de todas las niñas de la cuadra incluyéndome y usaba su poder en nuestra contra.

Ese poder consistía en poder dominar todas las actividades que organizábamos. Ya fuera baile, juego, fiesta o reunión ella tenía que ser el centro de atención o la ganadora. Si jugábamos a las escondidas ella nunca buscaba y si la encontraban primero se iba a encerrar a su casa con todo y casita. Recuerdo cuando montamos un baile con música de rock de los años sesenta y ella a fuerza quería que la cargaran. Creo que no se daba cuenta que nuestras fuerzas no eran como para cargar a nadie. Pero peor para ella se dió un porrazo que sospecho hasta el día de hoy lo recuerda.

Pero todo era poco con tal de tener el placer de jugar con esa casita, aparte si la agarrabas de buenas hasta la llevaba a tu casa para jugar!!! Y la casita tenía arriba su asita color verde que se camuflajeaba con el árbol y así salía Alejandra con su casita para visitar a alguno de esos pobres mortales que no teníamos una en casa.

Pero como todo en la vida tiene su fin, el reinado de Alejandra y la casita del árbol llegó a su fin. No es que la casita pasara de moda, es solo que encontramos otros pasatiempos más interesantes. Digo, crear momias jamás podrá compararse con una casita del árbol verdad?? Aún cuando la casita tenga elevador.

viernes, 16 de enero de 2009

La descuartizadora de Oaxaca

Horror de horrores!! Hoy hice algo que creo que afectará mi de por si ya dañada mente por el resto de mi vida. Eso si, este hecho me dejó muy claro el porque yo sería incapaz de matar a alguien y luego hacerlo cachitos dentro de la bañera (lo mismo habrán dicho muchos pero muchos asesinos) pero yo lo digo en serio.

Resulta que hace un par de semanas (si, SEMANAS) compré un pollo rostizado para mi y mi hermana. Por supuesto a mi no es que no me guste el pollo, es solo que no como sus partes feas (que son casi todas) así que solo me comí algunos pedazos de pechuga y mi hermana me hizo la caridad de no comerse nada, así que el pollo ahí quedó.

Los días pasaron y el destino del pollo pasó de ser incierto a ser dudoso. Quién en su sano juicio se comería el pollo después de una semana??? Confieso que si hun¿biese sido res me lo como, total mundo ahí te quedas, pero pollo!!!! Está más allá de mis posibilidades de concentración.

Y hoy, al cumplirse 15 días exactos de la compra del pollo me decidí. Lo saqué del refrigerador, abrí el empaque y lo vi ahí con sus patas amarradas y con su piel tostadita.

La verdad lo dudé mucho, porque así comenzaron mis problemascon el pollo. Mi madrina me llevó una vez a comprar pollo y cuando vi como lo destazaban no pude menos que quedar traumatizada y negarme a comer las partes horribles del pollo.

Y ahora me tocaba a mi destazarlo, porque no había otra manera de dárselo a los perros. Así que agarré el cuchillo y lo empecé a partir por la mitad. Dios, que horror!!! Los huesos tronaban y salían volando los pedacitos y no podía cortar el cordel con que lo amarraron para que conservara su forma. Luego en el colmo del horror, tuve que terminar de partirlo a mano lo cual casi provoca que me desmaye. Ojalá nunca lo tenga que hacer de nuevo porque no digo que no lo haría, dudo si sería capaz.

Aunque pensándolo bien, a lo mejor lo mio lo mio no sea partir pollos a la mitad y se me da mejor partir gente a la mitad. Será????

martes, 13 de enero de 2009

Vamos a exhumar

Cuando era niña tenía un vecino al que le encantaban los animales. Le decíamos "el Jimmy" no pregunten por qué, ni siquiera recuerdo su nombre real. Será que si se llamaba Jimmy?? Bueno, como sea ya me estoy desviando del tema. El caso es que el Jimmy tenía muchos animales y una mórbida fascinación por las momias. Así que cada que se moría un animalito, ahí va el Jimmy y lo entierra envuelto en vendas a ver si se momificaba.

Claro está, cada cierto tiempo tenía que hacer exhumaciones para ver como iban sus experimentos. Claro que todo este show requería de expectadores y nadie mejor que la bola de chamacos que tenía por vecinos. Así que desde un día antes nos avisaba a quien tocaba desenterrar. Le tocaría el turno a Piopí el pollito??? A Manolín el perico?? A Kiko el tortugo??? A todos tocó desenterrar y ver que no más ninguno se convertía en momia.

Llego un momento en que las exhumaciones se fueron haciendo aburridas y los espectadores nos fuimos alejando de esas "inocentes" diversiones.

Y entonces pasó. Jimmy nos llamó porque era el momento de desenterrar a Chita el mono (aclaración: No era el de Tarzán). Chita perteneció a Jimmy (obvio, a nadie de nuestra edad lo dejaban tener un mono araña en la casa) y murió en circunstancias misteriosas (o sea no me enteré de que fue la cosa). El caso es que todos asistimos a su solemne entierro con flores, plañideras y toda la cosa. Ya el desentierro fue una pachanga terrible, sacaron su caja y sin abrirla quedó en exhibición por un día entero. Ni les cuento el olor que salía de ahí dentro.

Por entonces la casa donde yo vivía colindaba con varias terrenos baldíos así que hacía ahí nos fuimos junto con la caja de Chita. Se hizo el silencio, Jimmy se acercó poco a poco a la caja y ... la abrió. Ahí estaba lo que quedaba de Chita que olía horrible y se veía peor. En eso y como película de horror holliwoodense clase B, el cadaver de Chita se empezó a mover. AAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!! Patitas pa' que las quiero, nos hechamos a correr sin investigar nada.

El chiste es que al poco tiempo el jimmy se mudó y no volvimos a saber de él. Dicen las malas lenguas que desapareció misteriosamente y que sus papás solo encontraron unas vendas sucias en su cama. La leyenda cuenta que Chita aún vaga convertida en momia buscando a los niños que participaron en su exhumación para tomar venganza (De qué?? si nosotros no la convertimos en momia).

Yo por aquello de las recochinas dudas no voy por ahí, no vaya ser la de malas y Chita consume su venganza.